Si experimentas dolor crónico en los pies, talón, tobillos, rodillas, caderas o espalda baja, especialmente después de estar de pie o caminar durante largos períodos, es posible que necesites plantillas.

Observa si tus zapatos muestran un desgaste desigual en la suela. Si ves un patrón de desgaste anormal, como un lado de la suela más gastado que el otro, esto podría indicar una mala alineación del pie que podría beneficiarse de la corrección con plantillas.

Si tienes pies planos o un arco muy alto, es posible que necesites soporte adicional para mantener una buena alineación y distribución del peso. Los problemas asociados, como la pronación excesiva o la supinación, pueden beneficiarse de las plantillas ortopédicas.

Si experimentas dolor al caminar, correr o realizar actividades físicas, especialmente en los pies, rodillas, caderas o espalda baja, podría ser indicativo de un desequilibrio biomecánico que podría corregirse con plantillas.

Si sientes fatiga o incomodidad constante en los pies, incluso después de períodos cortos de actividad, las plantillas ortopédicas podrían ayudar a redistribuir la presión y proporcionar un soporte adecuado para reducir la tensión en los pies y las articulaciones.

Si has experimentado lesiones recurrentes en los pies, tobillos, rodillas o caderas, como esguinces, fascitis plantar, tendinitis o problemas de la articulación temporomandibular (TMJ), podría ser indicativo de un desequilibrio biomecánico que podría ser corregido con el uso de plantillas ortopédicas.